El rodapié es la pieza en la falda del muro que lo protege de los golpes y suciedad. Un rodapié de entre 5 a 7 centímetros de altura, de color similar al paramento vertical y enrasado con el mismo puede pasar desapercibido.
El material comúnmente empleado para mantenerlo oculto es madera DM lacada en color blanco roto, aunque el PVC y el Silestone también son una alternativa.
Sin embargo, nosotros apostamos por el rodapié enrasado de porcelánico blanco. A pesar de no ser exactamente la misma tonalidad de la pared, pasa completamente desapercibido y lo más importante, es un material para toda la vida.
La pieza se adhiere con adhesivo flexible a la primera placa de yeso laminado del tabique y sus juntas están masilladas superior e inferiormente. Es importante destacar que para tabiques de yeso laminado, la masilla sea UNIFLOTT, especial para el tratamiento de juntas sin cinta.
Si por el contrario, el rodapié se enrasa en un tabique de ladrillo cerámico, la primera y segunda hilera de ladrillo ha de ser de menor tamaño que las siguientes hileras. Es decir, si el tabique es de tamaño 9cm, las dos primeras hiladas han de ser con tabique de 7cm, para así posteriormente salvar la altura del mortero autonivelante para colocar el pavimento y nos deje el espacio suficiente para colocar el rodapié enrasado.
