Casa NA
Viviendas
Sobre
el proyecto
El reto del proyecto consistía en, por un lado, la necesidad de aislarse del exterior; por otro, la privacidad del espacio familiar por razones sociales
Se resuelve mediante la creación de un patio central ajardinado, capaz de ordenar y jerarquizar toda la vivienda.
Como estrategia de proyecto, el patio comunica con la vía pública, encontrándose el acceso al interior en el mismo. De este modo, este jardín central ejerce como preámbulo a la vivienda, adquiriendo la entrada otra dimensión e importancia.
El acceso se produce a través de un vestíbulo conectado al patio central, el cual es el encargado de articular los programas de la planta baja y, mediante las escaleras, dar acceso a la vivienda, la cual dispone su superficie habitable en planta primera.
Parcela
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Construidos
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La escalera, de chapa plegada y atirantada, levita sobre el hall, haciéndose protagonista de este espacio, suscitando sensación de ingravidez y ligereza, como expresión de belleza.
La zona de día se caracteriza por ser un espacio continuo en el que la compartimentación se produce únicamente a través de elementos de mobiliario, lo que posibilita la continuidad visual entre las salas. Las estancias se definen en torno a un elemento singular: la chimenea, la cual permite el paso libre entre los ambientes por ambos extremos, dejándose ver desde todas las zonas.
Son estancias bañadas por la luz natural, donde se ha trabajado en la conexión con el patio central ajardinado, como parte de la vivienda y del habitar de las personas. Estas visuales generadas por el árbol generan en los espacios un ambiente de bienestar, que nos conecta con la naturaleza y lo orgánico. En resumen: aire, iluminación, calidez, hogar.
La chimenea proporciona de calidez tanto al salón como al comedor y cocina, además de dotar a estos últimos el almacenamiento necesario, con una banda de armarios integrados.
De este modo se consigue un espacio atractivo, limpio, compartimentado únicamente por mobiliario fijo.
En cuanto a la cocina, se ha buscado la solución óptima y mínima para alcanzar la belleza y el confort deseado. Se trata de una configuración limpia donde los bloques frigorífico y horno-microondas se encuentran desplazados, favoreciendo la literalidad del espacio sin alterar la armonía de la estancia.
De este modo, la cocina, abierta al comedor, queda completamente integrada en el espacio.
Pero también queremos un poco de lujo. Un lujo que se traduce en algunos materiales muy cuidados, en carpinterías con excelentes prestaciones, en un suelo cálido y cómodo,
algo de color, una receta de varios ingredientes que la obra terminada permitirá saber hasta qué punto resulta recomendable, porque para ella reservamos decisiones clave.
Por último, pero no menos importante: la fachada. Se pretende romper con los estándares que encontramos en los alrededores, mediante un diseño arquitectónicamente interesante y atractivo.
En el frontal, se genera un juego de volúmenes de tal modo que la pieza superior produzca la sensación de voladizo sobre la planta baja, rompiendo la percepción de unidad, destacando la vivienda por encima del resto.
Los huecos emergen de manera natural en la geometría fluctuante de la fachada, colocados estratégicamente con el fin de garantizar la privacidad de la vivienda y su correcta ventilación e iluminación.
Por último, la entrada principal. El tránsito, tanto peatonal como rodado, se produce desde el mismo punto de acceso. La fachada pierde alineación a calle, retranqueándose para generar un espacio cubierto a modo de protección y cobijo para los usuarios.
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